Los sustratos para cubiertas vegetadas son productos especialmente formulados para favorecer la vida en las azoteas.

Es un hecho que las cubiertas vegetales representan una fusión de la arquitectura y la ecología, transformando espacios urbanos en oasis de biodiversidad. Sin embargo, el éxito de estos ecosistemas depende críticamente de un elemento fundamental: el sustrato.

Sus características esenciales, la composición y las consideraciones prácticas para el diseño y mantenimiento de sustratos en cubiertas vegetales, son un tema de vital importancia para los profesionales del paisajismo y la restauración ambiental.

Sustratos para soportar condiciones extremas.

A diferencia de los sustratos tradicionales, aquellos destinados a cubiertas vegetales deben soportar condiciones extremas como, por ejemplo, la exposición solar directa, variaciones térmicas bruscas y limitaciones de peso.

Este sustrato especializado, a menudo denominado sustrato para techos verdes, sustrato para cubiertas ajardinadas e incluso sustratos para techos, debe lograr un equilibrio delicado entre ligereza, capacidad de retención de agua y suministro de nutrientes, garantizando la viabilidad a largo plazo de la vegetación elegida para la plantación sobre él.

La clave de un sustrato exitoso para esta finalidad radica en su composición. Los materiales inorgánicos, como la arcilla expandida, la piedra pómez y la perlita, constituyen el 70-80 % de la mezcla, proporcionando estabilidad estructural, drenaje y ligereza. Estos materiales porosos actúan como reservorios de agua, liberándola gradualmente para las plantas.

La materia orgánica, como la turba o el compost, representa el 20-30 % restante, aportando nutrientes esenciales y mejorando la capacidad de retención de agua. Sin embargo, es crucial seleccionar materiales orgánicos estables, que se descompongan lentamente, para garantizar la longevidad del sustrato.

Nutrición, sostenibilidad y eficiencia en cubiertas vegetadas.

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Las cubiertas vegetales extensivas y semiextensivas suelen albergar plantas xerófitas, adaptadas a condiciones de sequía y bajos requerimientos nutricionales. No obstante, un abonado de fondo inicial con fertilizantes de liberación lenta y controlada es fundamental para establecer un buen punto de partida para el crecimiento de la vegetación.

Una vegetación en la que se selecciona adecuadamente el catálogo de plantas, ya que deben cumplir un mínimo de requisitos, como son plantas adecuadas para la xerojardinería, crecimiento rápido, compacto, de baja altura y con escaso mantenimiento. Las plantas de la especie de Sedum componen uno de los grupos clásicos en estas plantaciones.

El mantenimiento nutricional se basa en aplicaciones bianuales de fertilizantes granulados, ricos en nitrógeno en primavera para estimular el crecimiento foliar y en potasio en otoño para fortalecer las plantas ante las inclemencias del invierno: menor temperatura e incluso heladas, así como menos horas de sol.

Profundidad y drenaje del sustrato para las cubiertas vegetadas.

La profundidad del sustrato en el caso de las cubiertas vegetadas, generalmente se sitúa entre los 5 y 15 centímetros. Esto implica que estamos ante un factor limitante, que exige una selección cuidadosa de especies vegetales con sistemas radiculares poco profundos. Además, un drenaje eficiente es esencial para evitar el encharcamiento y la pudrición de raíces.

La instalación de una capa de áridos de granulometría pequeña y media en el fondo del sustrato mejora el drenaje y facilita la evacuación de lixiviados, protegiendo la impermeabilización de la cubierta.

Logística y aplicación de los sustratos para las cubiertas verdes.

El transporte y la aplicación del sustrato para las cubiertas verdes requieren una planificación meticulosa. Los big bags son generalmente de un metro cúbico que facilitan el manejo y la elevación a cubiertas elevadas.

La mezcla del sustrato debe realizarse fuera de la cubierta para evitar daños a la impermeabilización, y su distribución debe ser uniforme para garantizar un crecimiento homogéneo de la vegetación. Por ello, o llegan directamente de la empresa fabricante, o se realizan las mezclas fuera de lugar donde serán depositados estos sustratos.

Por todo ello, el sustrato para cubiertas verdes es mucho más que un simple medio de cultivo; es un componente vital de un ecosistema complejo y dinámico. Su diseño y mantenimiento exigen un enfoque holístico que integre principios de bioingeniería, botánica y ecología.

Al comprender las características esenciales de un sustrato de calidad y al implementar prácticas de gestión adecuadas, se puede transformar las cubiertas vegetales en espacios verdes funcionales y sostenibles, contribuyendo a la salud ambiental y al bienestar humano.