Estamos ante la búsqueda e implementación de soluciones para estaciones fotovoltaicas amigables ambientalmente, que permitan construir plantas fotovoltaicas más sostenibles mediante el uso de bioingeniería para el control de la erosión y la integración ambiental.
La energía solar fotovoltaica es un pilar indiscutible en la transición hacia un modelo energético descarbonizado. Sin embargo, la construcción y operación de plantas fotovoltaicas a gran escala, a menudo denominadas huertos solares, parques fotovoltaicos, granjas solares o centrales solares, no está exenta de impactos ambientales significativos si no se gestiona adecuadamente. Uno de los desafíos más críticos, y a veces subestimado, es la gestión del agua de escorrentía y el control de la erosión que esta produce.
Daños de erosión por escorrentía en huertos solares.
La instalación de miles de paneles solares sobre estructuras hincadas modifica drásticamente la cobertura del suelo y los patrones naturales de drenaje. La compactación durante la construcción y la propia presencia de las superficies impermeables de los paneles aumentan el volumen y la velocidad del agua de escorrentía durante eventos de lluvia.
Si no se implementan medidas de control adecuadas, esta escorrentía puede causar graves problemas de erosión. Por ejemplo:
- La erosión laminar provocando la pérdida de la capa fértil del suelo en toda la superficie de la planta.
- La formación de cárcavas como consecuencia de la concentración del flujo de agua que excava profundos canales, desestabilizando el terreno.
- El descalce de las propias estructuras. La erosión alrededor de los soportes de los paneles y canalizaciones eléctricas compromete la integridad y seguridad de la instalación.
- La colmatación aguas abajo porque la concentración de agua acumulada y el sedimento arrastrado colapsa cunetas, arroyos y ríos, alterando los ecosistemas acuáticos y pudiendo provocar inundaciones puntuales.
Es imperativo, por tanto, adoptar soluciones ambientalmente amigables que no solo prevengan estos daños, sino que también mejoren la integración paisajística y ecológica de las plantas fotovoltaicas.
Soluciones convencionales para el control en instalaciones PFV.
Tradicionalmente, la gestión de aguas en obras civiles, incluidas algunas PFV, ha tendido a «soluciones duras«: nivelación extensiva del terreno dejándolo desnudo y la construcción de cunetas de hormigón u otros materiales impermeables.
Si bien estas últimas evacuan el agua rápidamente, generan otros problemas como el impedimento de la infiltración, ya que el agua no penetra en el suelo, perdiéndose la oportunidad de recargar acuíferos locales; el aumento de la velocidad del flujo y con ello, la concentración del agua y su aceleración, incrementando su poder erosivo en su área de recorrido y el punto de desagüe; la generación de problemas hidráulicos, porque pueden causar descalces y daños en estructuras aguas abajo, especialmente en entornos agrarios o naturales no preparados para recibir caudales tan concentrados y veloces.
También fragmentan el paisaje, ya que crean barreras artificiales y tienen un alto impacto visual. Así como altos costes y mantenimiento, porque el hormigón u otros materiales de construcción empleados tradicionalmente en estos espacios, puede agrietarse y requiere mantenimiento, además de tener una huella de carbono considerable en su producción.
Así que, dejar el suelo desnudo bajo los paneles es igualmente problemático, exponiéndolo directamente al impacto de las gotas de lluvia y al flujo de la escorrentía, iniciando así los procesos erosivos.
Soluciones de bioingeniería efectivas al servicio de las PFV sostenibles.
Frente a este panorama, la firma Objetivo Erosionzero, por ejemplo, ofrece un enfoque basado en la bioingeniería del paisaje y las soluciones basadas en la naturaleza (SbN). El objetivo no es simplemente evacuar el agua, sino gestionarla de forma integrada, fomentando procesos naturales que controlen la erosión, mejoren la salud del suelo y restauren la funcionalidad ecológica del terreno afectado.
En Objetivo Erosionzero, abordan los desafíos específicos de las estaciones fotovoltaicas mediante una combinación de técnicas y materiales naturales y biodegradables, adaptados a cada situación.
Control de la erosión superficial en centrales solares.
El control de la erosión superficial en centrales solares ante problemas como, un suelo desnudo o con poca cubierta vegetal entre y bajo los paneles, vulnerable a la erosión laminar y a la formación inicial de regueros, se recomienda la colocación estratégica, tras su estudio adecuado, de mantas orgánicas, biorrollos de coco y gaviones flexibles.
Tomando como ejemplos varias de las obras en las que ha intervenido Objetivo Erosionzero, para aportar soluciones para el control de la erosión en estaciones fotovoltaicas, a continuación, relacionamos los principales materiales utilizados.
Mantas orgánicas de coco con mallas de polipropileno.
Mantas orgánicas de coco de 400 gr/m2 (tipo EROSIONZERO RK4) y mantas orgánicas de coco con mallas de polipropileno negras de refuerzo (tipo KN350), utilizadas como revestimiento flexible y permeable en cunetas de bajo caudal o pendiente moderada, permiten proteger el suelo del impacto de la lluvia y la escorrentía inicial, retienen humedad, aportan materia orgánica al degradarse y facilitan el establecimiento de la vegetación.
Estas mantas orgánicas reforzadas, ofrecen mayor resistencia y durabilidad en zonas con pendientes más pronunciadas o flujos moderados, mientras la vegetación se establece.
Biorrollos de coco.
Biorrollos de coco de 3 metros de largo y con diámetro 30 centímetros (tipo BK30/pp). Son cilindros densos rellenos de fibra de coco que se instalan perpendicularmente al flujo en regueros o pequeñas cárcavas.
Los biorrollos actúan como diques permeables, reduciendo la velocidad del agua, inducen la sedimentación de partículas, fomentan la infiltración y crean microhábitats para la vegetación. Son una alternativa eficaz y ecológica a los encachados de piedra.
Aplicación de hidrosiembra o hidromantas.
La aplicación de hidrosiembra o hidromantas sobre un ancho de tratamiento de 2 metros a lo largo de las cunetas y zonas de recogida para la canalización de las aguas.
Estas técnicas que proyectan una mezcla de semillas, mulching, fertilizantes y adherentes sobre el terreno, permiten una rápida revegetación adaptada a las condiciones locales, creando una cubierta vegetal protectora que estabiliza el suelo, aumenta la rugosidad ante el paso del flujo de agua y fomenta la infiltración.
Gaviones flexibles.
Los gaviones flexibles de 3 metros de longitud y diámetro 30 de centímetros, con mallas de poliéster de 3 mm y 4,5 x 4 ,5 centímetros rellenados con piedras.
Estas estructuras permeables y adaptables al terreno, a diferencia de los gaviones rígidos tradicionales o el hormigón, permiten cierta flexibilidad, son más económicos, se integran mejor paisajísticamente y permiten la infiltración y el crecimiento de vegetación entre las piedras, creando un drenaje estable y ecológicamente funcional.
Ventajas de las soluciones de bioingeniería en plantas fotovoltaicas.
Con estas acciones y materiales, ya sea de forma unitaria o conjunta según las necesidades del proyecto, han permitido el revestimiento de cunetas para la protección de la erosión, así como también el control de la erosión en regueros de una determinada planta fotovoltaica (PFV).
La implementación de estas soluciones de bioingeniería en plantas fotovoltaicas ofrece múltiples beneficios que van más allá del simple control de la erosión.
En su conjunto, está la ventaja del fomento de la infiltración y recarga de acuíferos, porque al utilizar materiales permeables y promover la vegetación, se facilita que el agua penetre en el suelo, reduciendo la escorrentía superficial y contribuyendo a la recarga hídrica local.
También la reducción de la velocidad del agua y sedimentación. El aumento de la rugosidad superficial (vegetación, mantas, biorrollos) y las estructuras permeables (biorrollos, gaviones flexibles) disminuyen la energía del agua, provocando la deposición de sedimentos dentro de la propia planta y evitando la colmatación aguas abajo.
Sobre la mejora de la biodiversidad y la integración paisajística, la revegetación con especies autóctonas crea hábitats para la fauna local (polinizadores, insectos beneficiosos) y mejora la integración visual de la planta en el entorno.
Otra ventaja es la estabilización del terreno a largo plazo, ya que la vegetación, una vez establecida, se convierte en la principal agente de control de la erosión, asegurando la estabilidad del suelo de forma autosostenible.
Sobre la reducción de costes, a menudo, las soluciones de bioingeniería tienen menores costes de instalación y mantenimiento a largo plazo en comparación con las soluciones de ingeniería civil dura (hormigón, escolleras).
Y no se debe olvidar, la prevención de daños en la infraestructura. Al controlar la erosión en origen, se evitan costosos daños por descalce en las estructuras de soporte y el cableado.
Asesoramiento experto para el control de la erosión en estaciones fotovoltaicas.
En el caso de la empresa Objetivo Erosionzero, no solo suministra materiales de alta calidad para el control de la erosión. Ponen a disposición de sus clientes más de 30 años de experiencia acumulada en el control de la erosión y la restauración ambiental en entornos complejos como cultivos en pendiente (olivar) y proyectos de bioingeniería en el medio rural y natural.
Además de ofrecer un servicio integral de asesoramiento técnico, colaboran estrechamente con los equipos de diseño e instalación de las PFV para diagnosticar los riesgos de erosión específicos de cada emplazamiento, seleccionar las soluciones de bioingeniería más adecuadas y eficientes, apoyar en el diseño de detalle de las actuaciones y proporcionar directrices para una correcta instalación y mantenimiento inicial.
Al optar por mantas orgánicas, biorrollos, gaviones flexibles y técnicas de revegetación como la hidrosiembra, los promotores y operadores de PFV no solo protegen su inversión y cumplen con la normativa, sino que también contribuyen activamente a la mejora ecológica y paisajística del territorio.