Plantas aromáticas

Las plantas aromáticas son especies vegetales que producen compuestos volátiles con aromas distintivos.

Estas plantas suelen pertenecer a diversas familias botánicas, como Lamiaceae (Salvia rosmarinus – romero, Mentha, Lavandula y Thymus), Asteraceae (Anthemis arvensis y Santolina chamaecyparissus), Apiaceae (Foeniculum vulgare) entre otras. Su importancia en el medioambiente es multifacética, tanto por su papel en los ecosistemas como por su valor ecológico y su aplicación en la restauración de paisajes degradados.

Las plantas aromáticas en los ecosistemas.

Las funciones de las plantas aromáticas en los ecosistemas son diversas. Muchas de estas plantas producen flores que atraen a una amplia variedad de polinizadores, como abejas, mariposas y otros insectos. Esto no solo contribuye a la reproducción de las propias plantas, sino que también apoya la polinización de otras especies vegetales en el ecosistema, fortaleciendo la biodiversidad.

Algunas poseen sistemas radiculares que ayudan a estabilizar el suelo y prevenir la erosión. Por ejemplo, la lavanda y el romero pueden fijar el suelo en áreas propensas a la erosión, lo que es crucial en la conservación del suelo y en la prevención de la desertificación.

Otras actúan como plantas para el control biológico de plagas. Sus compuestos aromáticos que emiten estas plantas pueden actuar como repelentes naturales de plagas. Por ejemplo, la albahaca es conocida por repeler mosquitos y otros insectos no deseados. Este control biológico es vital para mantener el equilibrio ecológico y reducir la dependencia de pesticidas químicos.

Uso en las plantas aromáticas en la restauración de zonas degradadas.

El uso en las plantas aromáticas en la restauración de zonas degradadas es muy recomendable porque contribuye a la estabilización del suelo, la recuperación de la biodiversidad, el control de especies invasoras o la fitorremediación, por ejemplo.

En proyectos de restauración, se utilizan para estabilizar suelos erosionados o degradados. Su capacidad para prosperar en suelos pobres y su resistencia a la sequía las convierte en candidatas ideales para la restauración de terrenos difíciles, como taludes o zonas afectadas por incendios forestales.

Al introducir estas plantas aromáticas en áreas degradadas, se fomenta el regreso de polinizadores y otras especies dependientes, acelerando el proceso de restauración ecológica. Esta práctica no solo recupera la vegetación, sino que también revigoriza las redes tróficas y los ciclos de nutrientes en el área.

Algunas de ellas pueden competir eficazmente con especies invasoras, ayudando a controlar su expansión y facilitando la recuperación de las especies nativas. Incluso las hay que tienen la capacidad de acumular o detoxificar metales pesados y otros contaminantes del suelo. Por ejemplo, se ha investigado el uso del tomillo y la lavanda en la fitorremediación de suelos contaminados.

Por todo ello, las plantas aromáticas desempeñan un papel esencial en los ecosistemas, contribuyendo a la biodiversidad, la protección del suelo, el control de plagas y la ciclicidad de nutrientes. Su valor ecológico es notable, y su inclusión en proyectos de restauración de paisajes degradados es estratégica.

Catálogo de plantas aromáticas para restauración del paisaje.

A continuación mostramos una relación de plantas aromáticas más cultivadas por viveros para inclusión en trabajos de restauración del paisaje.