En términos generales y como tragedia medioambiental, se estima que cada año se llegan a perder hasta 47 toneladas de suelo por hectárea y año.
En particular, la provincia de Jaén concentra una enorme superficie de olivar y como consecuencia, la mayor producción de aceite de oliva virgen del mundo. Esto ha dado lugar a que sus paisajes sean inconfundibles. Esta actividad basada en el mundo del olivar ha centrado gran parte de su económica, además de crear extensas superficies de suelos desnudos o con cubiertas vegetales en estos cultivos de olivares.
Ampliando el foco, el sector olivarero está muy extendido en la geografía andaluza, con una gran importancia económica, social y ambiental. Los efectos de la erosión en las zonas productoras, sobre todo en aquellas que por su orografía cuentan con pendientes superiores al 30 por ciento, resultan muy problemáticos para los productores que trabajan para mantener la productividad de las explotaciones agrarias y desde el punto de vista medioambiental.
La Federación de Cooperativas, la empresa del Grupo Objetivo Erosionzero, la Universidad de Granada y la Diputación provincial, impulsaron un Grupo Operativo que investigó el control de cárcavas para frenar la erosión en el olivar.
Ante esta situación, las Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía-Granada, la empresa del Grupo Objetivo Erosionzero, la Universidad de Granada y la Diputación provincial, con la colaboración de las cooperativas Santa Mónica de Piñar (Granada), Nuestra Señora de la Asunción (Noalejo, Jaén) y Nuestra Señora de la Marina de Aguas Santas (Fernán Núñez, Córdoba), constituyeron un Grupo Operativo (GO) andaluz que estudió e implementó soluciones innovadoras encaminadas a la incorporación de sistemas que optimicen el aprovechamiento de los recursos hídricos, así como optimizar el control de la erosión en las tierras de cultivo de olivar.
Control de las cárcavas en olivar
Este grupo de trabajo, que unió a entidades públicas y privadas junto a cooperativas de tres provincias andaluzas, puso en marcha esta investigación de técnicas agronómicas encaminadas al control de las cárcavas, mediante la incorporación de biorrollos (sistemas buffers) y sistemas de fertilización.
Durante dos años, la investigación se llevó a cabo en fincas de experimentación facilitadas por productores de las cooperativas. La experiencia buscó establecer métodos agronómicos que frenen los efectos de la erosión, manteniendo el suelo fértil, con calidad de nutrientes y un nivel óptimo de aprovechamiento de los recursos hídricos.
En su fase final, este proyecto de investigación, destacado por su innovación al manejo y cuidado de los suelos en las explotaciones olivareras, busca la transferencia de conocimientos a almazaras, cooperativas, agricultores y colectivos interesados, mediante una labor divulgativa que comparte técnicas innovadoras más adecuadas para el manejo del olivar en pendiente.
Según los investigadores, con la implementación de dichas técnicas se consigue mejoras en la productividad y múltiples beneficios ambientales en las zonas productoras.
El desarrollo de este grupo operativo está dentro del marco del Programa de Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía 2014 – 2020, financiado por la Junta de Andalucía y por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, según la Orden de 28 de julio de 2016.