El Sedum gypsicola, como también a otras especies de sedum, se le conoce comúnmente como Uña de gato. Es una planta muy bien adaptada a la sequía, por lo que se usa en revegetación de cubiertas y muros.

Cómo es el Sedum gypsicola.

Su nombre científico es Sedum gypsicola y pertenece a la familia Crassulaceae (Crasuláceas), que crece en su hábitat natural sobre roquedos y suelos margoso-yesiferos y esquistos del sureste peninsular y Norte de África.

Se trata de una hierba perenne crasa y vivaz, que alcanza alturas de hasta 30 centímetros de altura, con un aspecto global en campo de un color entre gris y glauco, a veces rojiza.

Sus hojas carnosas crecen alternas, sésiles, prácticamente el doble de largas que anchas, y de color verde-rojizas.

Florece principalmente en verano, aunque según zonas y microclima, su periodo de floración puede ir de marzo a agosto. Sus flores son de color blanco. Estas nacen en inflorescencia mediante tallos floríferos que raramente superan en el conjunto de la planta los 40 centímetros. Son hermafroditas con simetría radial con cinco pétalos de pequeño tamaño.

Flores de Sedum gypsicola

Tras su fecundación, su fruto es técnicamente un polifolículo (fruto seco originado de un solo carpelo y con varias semillas en su interior), que contiene diminutas semillas de color pardo y con costillas.

Aplicaciones paisajísticas del Sedum gypsicola.

El Sedum gypsicola comparte hábitats con otras plantas también capaces de crecer sobre roquedos y suelos margoso-yesiferos y esquistos, como la Santolina rosmarinifolia y la Capparis spinosa, por ejemplo.

Al ser una planta muy bien adaptada a la sequía, se utiliza en múltiples campos, como por ejemplo en la revegetación de cubiertas ajardinadas o vegetadas, muros y espacios para la restauración del paisaje en zonas de suelos yesiferos en los que el número de especies que puede usarse es bastante limitado.

En cuanto a las aplicaciones paisajísticas del Sedum gypsicola, se encuentran las cubiertas ajardinadas o vegetadas en ámbitos urbanos. Es ideal por su capacidad para resistir condiciones de sequía, bajo requerimiento de mantenimiento y habilidad para crecer en sustratos delgados. Con su utilización, se contribuye al aislamiento térmico y acústico de los edificios, a la retención de agua y a la mitigación del efecto «isla de calor».

En el ámbito paisajístico, se utiliza para el control de la erosión, por su crecimiento compacto y su capacidad de propagación rápida, además de poder crecer en suelos pobres, es muy eficaz para estabilizar suelos en pendientes o áreas expuestas a la erosión. Sus raíces superficiales sujetan el suelo, previniendo su arrastre por el viento o el agua. También es útil en revegetación de áreas degradadas o expuestas, donde la cobertura vegetal es mínima.

Su capacidad para sobrevivir en suelos pobres y secos, es una firme candidata para su utilización en la rehabilitación de zonas afectadas por incendios, construcción o minería.

Plantel de Sedum gypsicola

Cultivo del Sedum gypsicola.

Como sucede con otras muchas especies de Sedum spp, el cultivo del Sedum gypsicola se realiza en viveros especializados en plantas para la restauración del paisaje, cubiertas vegetadas o jardinería.

Aunque se puede multiplicar por semilla, el método más utilizado es de esqueje apical o interdonal en bandejas forestales. El sustrato, aunque turboso, debe ser ligero y con buen drenaje.

Estos esquejes estarán enraizados sobre las tres semanas, estando listas para ser empleadas en plantación a partir de los tres y cuatro meses, con un cepellón bien formado.

Cultivo del Sedum gypsicola en tepes.

Para las revegetaciones urbanas, hay viveros que las cultivan sobre mallas tridimensionales para crear placas a modo de alfombras, que se pueden plantar directamente sobre cubiertas ajardinadas o vegetadas.

En estos casos, suelen hacerse sobre pedido e incluso, combinadas con otras plantas tapizantes. Son las llamadas placas de sedum en tepe.