El Alnus glutinosa es un árbol que se utiliza mucho en restauración de riberas, donde por su sistema radicular de anclaje es capaz de resistir avenidas y riadas. Además, su madera es muy resistente al agua.
Es capaz de fijar nitrógeno atmosférico por las raíces en asociación con una bacteria y también se utiliza como árbol decorativo en parques y jardines.
Su hábitat natural son los lugares húmedos y bosques ribereños, preferentemente sobre suelos ácidos y comparte hábitats con otras especies de ribera como Populus alba, Populus nigra, Ulmus minor, Salix alba, etc.
En ocasiones, forma alineaciones casi puras, alisedas, en las riberas de los ríos. Se encuentra en la Península Ibérica (España y Portugal), excepto en zonas secas. Son especialmente abundantes en la comunidad de Andalucía.
Descripción del Alnus glutinosa.
Este árbol perteneciente a la familia de las Betulaceae (Betuláceas), comúnmente se conoce como aliso, además de aliso negro, vinagrera, alno, etc. y su nombre científico es Alnus glutinosa. Es originario de Europa y suroeste de Asia.
Se trata de un árbol caducifolio de media altura, entre los 20 y 30 metros de altura, de crecimiento rápido y con capacidad de brotar de cepa. Su tronco crece erecto, con corteza agrietada longitudinalmente. Su color es grisáceo o pardo grisáceo en árboles jóvenes, virando en el tiempo a color pardo-negruzco.
Sus hojas son amplias y redondeadas, de 4 a 10 centímetros, con el borde sinuoso, finamente dentado. Son de color brillante en el haz y pálido en el envés, glabras excepto en las nervaduras del envés.
Sus flores, masculinas y femeninas, poco vistosas, están agrupadas en amentos. Las masculinas, de entre 5 y 7 centímetros de largo, son en invierno de color púrpura apagado y desde principios de primavera amarillo oscuro. Las flores femeninas tienen cinco lóbulos. Florece de mayo a junio en el hemisferio norte.
Su fruto muy decorativo, es leñoso y se asemeja a una pequeña piña de un tamaño entre uno a 3 centímetros. Su fructificación se realiza durante las estaciones de verano y otoño, cosechándose en esta última estación, antes de que se abran las piñitas, mediante escalas o pértigas para su posterior reproducción en vivero.
Sus semillas son técnicamente un aquenio, de tamaño muy pequeño, que puede alcanzar los 3 milímetros de longitud. Están comprimidos lateralmente y poseen un ala membranosa estrecha.
Cultivo del Alnus glutinosa.
El cultivo del Alnus glutinosa comienza con la extracción de la semilla. Esta se recolecta en otoño con sus piñitas. Estos frutos son secados al sol, desprendiéndose de ellos la mayor parte de la semilla. Finalmente, se golpean los frutos para conseguir la mayor cantidad de semillas posible. El conjunto se aventa y criba, consiguiendo un rendimiento final del proceso de extracción del 5%. El almacenamiento de la semilla obtenida debe realizarse en un ambiente seco y frío.
Respecto a si la semilla del Alnus glutinosa necesita algún tipo de tratamiento pregerminativo, la documentación que hace referencia a ello coincide en que no presenta ningún tipo de letargo, ya que germina bien sin necesidad de tratamiento previo alguno, en particular la semilla fresca.
Sí es cierto que, si a estas semillas se las somete a temperaturas por encima de los 25 a 26 °C, su óptimo de germinación, y además, se les priva de luz, se produce en ellas una inhibición secundaria. Si la temperatura supera los 40 °C se destruye su viabilidad.
Su germinación es epigea (término botánico que indica que la germinación de una planta tiene lugar sobre el suelo). Cuando la plántula adquiere los 5 a 6 centímetros de altura, esta, ya suele poseer sus dos cotiledones oblongos, además de dos hojas verdaderas con su limbo lobulado y los bordes enteros, ligeramente aserrados, como seguirán las sucesivas.
Como hemos adelantado, su siembra se suele realizar en otoño o primavera, siendo esta última estación la más adecuada para hacerse. Si se realiza a finales de abril e incluso principios de mayo, es recomendable ponerlas previamente en agua fría o también, sometiéndolas a un periodo frío y ambiente seco, para conseguir la mejora de su germinación.
Una vez la plántula ha conseguido tener sus dos hojas verdaderas, ya se puede proceder a su repicado en bandejas de alvéolos forestal, con una capacidad por alvéolo de entre 300 a 400 centímetros cúbicos.
Con su riego y fertilización adecuado, estas plantas estarán listas para su venta cuando su altura ronde los 30 centímetros, pudiendo llegar incluso hasta los 50.
Como planta de ribera que es, también se puede hacer su cultivo de forma directa sobre el terreno. En este caso, se puede, desde plantarse a raíz desnuda e incluso mediante siembra directa.
En siembra directa, se realiza en filas o a voleo, con una densidad de unos 20 gramos de semilla por metro cuadrado. Nada más esparcirse, se recubre ligeramente y con la humedad propia del cauce de agua, su germinación se iniciará a la semana o pocos días después, según la temperatura.
En términos generales, es un árbol que requiere suelos sueltos y fértiles, con humedad permanente, creciendo bien en lugares frescos y húmedos, con exposición soleada.
Curiosidad del Alnus glutinosa
Dentro de su aspecto cultural, destacamos que la madera del Alnus glutinosa, es bastante clara, pero al cortarla se vuelve color rojo-anaranjado, lo que antiguamente en muchos países de Europa les llevaba a creer que este árbol estaba embrujado.
También, su madera es muy duradera estando sumergida en agua. Se puede utilizar en la fabricación de muebles, así como combustible.