El Acer platinoides pertenece a la familia de las Aceráceas. Su área de origen es Europa y parte de Asia. En España de forma espontánea sólo aparece en el Pirineo.
Se le conoce también con otros nombres comunes como Arce real, arce plátano, acer, acirón, arce aplatanado, auderon, coladena, erable, moscón real, orón, platanero de España, Bordo de Noruega, Arce de Noruega, Arce noruego, Arce de hoja de plátano.
Se trata de un árbol caducifolio de hasta 30 metros de altura, con un diámetro de copa de 8 a 10 metros. Su forma es redondeada y es de crecimiento rápido. Presenta una corteza lisa y gris clara. Sus hojas opuestas son verdes palmeado-dentadas. Antes de que nazcan las finas hojas verdes, que en otoño se tiñen de color amarillo, aparecen los atractivos ramilletes de flores verde amarillento, que se disponen en panículas. El fruto lo constituyen dos nueces unidas con alas formando entre sí un ángulo.
Prefiere suelos frescos, fértiles y profundos con una exposición a media sombra. Se utiliza en jardinería de forma ornamental, aislado, para arbolar paseos, alineación en calles o agrupado en parques. Comparte hábitats con Fagus sylvatica, Quercus robus…
Resiste muy bien la contaminación atmosférica. Los arces son sensibles a la poda porque pierden mucha savia por su lenta cicatrización. Por ello, conviene evitar podas severas, realizando sólo podas ligeras de formación y mantenimiento a finales del invierno, eliminando las ramas mal ubicadas o dañadas, así como chupones, rebrotes de raíz y follaje marchito.